Vacuna anual
Vacuna contra la influenza
Vacuna contra la influenza, enfermedad respiratoria aguda que produce fiebre, tos, mucosidad nasal, falta de apetito, decaimiento y dolor en los huesos y músculos. Aunque los síntomas de la influenza – gripe se parecen mucho a los del resfriado común, la influenza se caracteriza por producir síntomas de mayor intensidad y de mayor duración.
La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de persona a persona a través del aire, por la tos y los estornudos, especialmente por contacto con las manos o también por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus, como un juguete o una toalla.
Los niños que van a guardería y los que están en la edad escolar son los más expuestos al contagio. A su vez, los niños griposos son habitualmente fuente de diseminación de la enfermedad entre sus familiares convivientes.
El virus de la gripe tiene la capacidad de cambiar de año en año; como consecuencia, nuestras defensas no son capaces de reconocerlo o solo parcialmente cada vez que vuelve y por eso puede provocarnos la enfermedad en cada nueva temporada. Ésta es la razón por la que anualmente hay que fabricar una vacuna diferente, adaptada a los cambios que haya sufrido el virus. Además, aun pareciéndose los preparados de un año a otro, la respuesta obtenida tras la vacunación declina con el paso de los meses y se aconseja volver a vacunar en la temporada siguiente.
Las vacunas de la gripe autorizadas son todas inyectables. La pauta general es de una sola dosis anual, aunque en el caso de los niños, si tienen menos de 9 años y es la primera vez que se vacunan de la gripe, se recomiendan dos dosis separadas por un mes como mínimo. Siguiendo la norma general, la vacuna de la gripe puede administrarse simultáneamente con otras vacunas, pero en sitios distintos.